Abstract
En este trabajo se comparan traducciones de siete textos jurídicos, realizadas con los programas de traducción automática DeepLTM1 y Google TranslateTM2, con el texto de origen y (si existe) con la traducción oficial del texto de origen y se evalúa la cali- dad de la traducción. Se trata de un estudio cualitativo para averiguar si se pueden utilizar programas de traducción automática para textos jurídicos y con qué fines.
Concluimos que la aptitud de DeepL en cuanto a la traducción de textos jurídicos es superior a la de Google Translate. Sin embargo, ambos programas son útiles para hacer comprensible el contenido de un texto en lengua extranjera para un lector que no sea jurista. Las traducciones efectuadas por ambos programas deben ser revisa- das por un traductor jurídico si están destinadas para usos oficiales (por ejemplo, en- trega en un procedimiento oficial, publicación en un boletín oficial).
Hay que tener en cuenta que los avances en el campo de las traducciones automáti- cas son tan rápidos que cabe esperar que disminuya la necesidad de una revisión de las traducciones por parte de un traductor humano.